viernes, 12 de febrero de 2010

soy niñ@ y quiero jugar con la pelota


¡Hola de nuevo!
Lo cierto es que llevo queriendo escribir desde hace algún tiempo, pero la falta de tiempo y las montañas de apuntes me lo impidieron. La verdad es que el tema de este post surgió un día normal, de camino a la biblioteca de siempre. De hecho, la foto tiene una calidad bastante mala, soy consciente, pero es que está hecha con un móvil y con prisas.
¿Qué es lo que pone? "Prohibido jugar con la pelota". Puede que para alguien tenga sentido, vamos no tiene errores gramaticales, pero para mi fue momento de mosqueo y de volver a observar con tristeza la sociedad que estamos creando.
Dicho cartel está en un edificio, en el que tiene un pequeño "jardincito" asfaltado, de esos que hay en los patios de los colegios, y está dentro de lo que es la zona del edificio.
La cosa es que tienen la posibilidad los niños de bajar a jugar, con la tranquilidad que da estar dentro del edificio a los padres y llegamos y se lo prohiben.
Me pregunté cual sería el motivo, lo cierto es que veo un sinsentido el que pongamos trabas a la libre expresión de los niños, a que jueguen con una simple pelota. La respuesta llegó al caer que el bajo del edificio hay una peluquería y una academia.
Ahí fue donde fui consciente, que el motivo de dicho cartel era por las quejas de los negocios. Es decir, ¿damos prioridad a que pequeñas empresas digan donde tienen que jugar los niños?.
No sé, después oimos a las madres quejándose de si los niños pasan mucho tiempo con el ordenador o videoconsolas o vemos como los sobrecargan, en ocasiones, de actividades extraescolares (veo mal la sobrecarga, no el realizar algunas, quien me conoce sabe que he practicado y que lo disfruté).
Después decimos que la sociedad es más artificial, tiene menos de comunidad, nos movemos por actos individuales y no pensamos en los demás, no sé, es una mera hipótesis, pero la etapa de la infancia tiene grandes consecuencias en el desarrollo de las personas y si fomentamos el desarrollo infantil con el único vínculo entre niños en el colegio o en las actividades organizadas y después les dejamos en casa tras una pantalla pues me parece que los lazos que se crearán serán artificiales, los que les dan las instituciones, no los que ellos creen y en los que puedan expresar, mediante el juego, sus inquietudes o dejar desarrollar su imaginación
Yo nunca he tenido videoconsola, aunque si mis amigos, y, sinceramente, preferíamos bajarnos a jugar a la calle que encerrarnos en una casa a jugar., odiaba los días que llovía porque teníamos que ir a una casa a jugar, aunque allí no solíamos ponernos con videoconsolas, sino jugabamos a ser espías en busca del tang, a contar historias de miedo, a las polli pocket, a juegos de mesa.. Eso si, preferíamos bajar a la calle con las bicis, los patines o, directamente, jugar a juegos tradicionales de correr, caerte, reirte...
Sé que no puedo generalizar, que no puedo decir que eso es lo mejor, pero, si pudiera decidir hoy qué querría haber hecho de pequeña, sin duda, la opción sería la que hice.
Sinceramente, me pareció muy triste cuando me cambié de ciudad perder todo eso, aquí, o al menos por la influencia de la zona por no generalizar, dejé colgados mis patines, mi bicicleta, apenas la uso para manifestaciones, y el correr, eso para las clases de deporte. Y todo porque cada día hay menos parques para jugar en condiciones, hacemos paques de cemento y hay cuatro en los que los niños tengan columpios. Nos quejamos y prohibimos que nuestros hijos jueguen en el jardín del edificio porque molestan.
Yo también me he sorprendido pensando, sobretodo en los meses de verano rodeada de apuntes, "anda que los niños, podría dejar de gritar un ratillo" pero después he pensado que también fui niña, que me encantaba estar en la calle y era feliz jugando con mis amigos, no soy nadie para privarles de ese derecho que deben de tener, ni yo ni quienes pegaron el cartel.
Sinceramente, me he planteado seriamente bajarme a la calle en donde está el edificio, que es peatonal la zona que da a las puertas de ambos negocios, con una pelota y ponerme a jugar a pegar pases contra la pared. No me podrán decir nada, estoy en la vía pública.