miércoles, 4 de mayo de 2011

El orgullo de los EEUU

¡Cuánto tiempo llevábamos sin escribir! Y mira que han pasado cosas, ¿eh?

Yo hoy vengo a dejar mi humilde opinión sobre un tema muy reciente (nooo, no es que el Barça vaya a Wembley ^^ Oeeeoeoeoeoeee). Se trata del caso Jerónimo; o lo que es lo mismo, la "muerte" de Osama Bin Laden.
Permitidme que entrecomille la palabra muerte, porque todo esto me parece un poco (bastante) raro.

De esto decir varias cosas:

1) ¿Dónde está el cuerpo? 
Uno de los mayores terroristas muere, a mano de uno de los países más orgullosos del mundo, y su cuerpo... ¿se tira al mar?

Aquí hay algo que no me cuadra. Que sí, que se quieren evitar represalias y atentados por parte de sus seguidores, pero ¡sigue muerto! Y ya se ha hecho público este dato, y además se ha manifestado alegría por este hecho. 

Por lo tanto, las represalias y los atentados se van a dar igualmente. Entonces, ¿por qué no mostrar que realmente ha muerto?
Vale que no lo quieran enterrar "para que no vayan sus fieles seguidores a reunirse en torno a su tumba"... Pero, ¿tirarlo al mar? ¿Para qué? (Y encima con rituales islámicos...).

2) ¿Realmente era necesario matarlo así?
Y ojo, que yo estoy a favor de la pena de muerte (si has matado a alguien inocente de manera fría y premeditada, mereces correr la misma suerte). Pero también estoy a favor de los juicios justos.

Si, como se dice, estaba desarmado, lo mejor hubiera sido capturarlo con vida y hacerle un juicio. Que el veredicto de ese juicio tiene que ser la pena de muerte, eso está claro, pero por lo menos ya ha sido ajusticiado y quedas de put* madre ante la sociedad. (Aunque viendo la alegría de los estadounidenses a pesar de los actos cometidos...).

3) ¿Está todo permitido?
A Bin Laden se llegó a través de un prisionero que fue torturado mediante el método de la asfixia simulada (se ata al preso, se le vendan los ojos y se le mete una toalla o trapo en la boca, para, seguidamente, verter agua sobre su cabeza, lo que provoca en el torturado una sensación de asfixia).
¿De verdad era esto necesario?

Y lo mejor y más irónico: todo eso fue aprobado por un Premio Nobel de la PAZ. 
Vergüenza me da esta sociedad.

En fin, como ya he dicho antes, estoy a favor de la pena de muerte, y me alegro de que uno de los terroristas más buscados haya sido eliminado; pero señores, si hay que hacerlo de esta manera, yo paso.