martes, 19 de mayo de 2009

Bolonia desde dentro

Me gustaría hablaros de un tema que se encuentra en boca de todos los estudiantes, me gustaría hablar de Bolonia.

Es un tema que nos toca a todos muy de cerca, especialmente este último año, pero mi especial interés y mi creencia de que este artículo será una buena aportación se debe a que desde que entré a formar parte del círculo universitario he llevado a Bolonia de la mano. Me explico. Formo parte de los llamados grupos pilotos. Estos grupos se encuentran en casi todas las facultades, aunque no en todas las carreras y están formadas por grupos de 40 personas con las que experimentan para cuando llegue Bolonia.

Yo llevo dos año ahí y puedo decir que mucha gente me considera una heroína por aguantar aquello. Aún me pregunto por qué repetí la experiencia… la respuesta no la tengo.

La mayoría de los estudiantes universitarios no conocen todos los puntos que implica Bolonia. Pero una cosa sí que tenemos clara, o al menos eso hemos dejado constar en nuestras manifestaciones, y es que no estamos de acuerdo. Aunque como en todo, existen excepciones y por lo tanto, opiniones a favor, tan válidas como cualquier otra.

Pero… ¿en qué no estamos de acuerdo? Empezaré yo hablando pues.
¿Por qué pretenden hacernos creer que con la implantación del plan de estudio de Bolonia pretenden adaptar España al plan Europeo? Que yo sepa sólo hay 29 países comprometidos con este plan, (Austria, Bélgica ( Flamenca y Valona), Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania y Länder Alemanes, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido)¿pretenden decirnos que Europa sólo lo forman estos 29 países?

Por otro lado, en la declaración de Bolonia pone “una meta claramente definida y común: crear un sistema de educación superior que mejore el empleo y la movilidad de ciudadanos y aumente la competitividad internacional de la educación superior europea”. Pues llamadme tonta, porque yo no veo esa meta tan clara, hasta ahora no he visto que alguien con intenciones de salir fuera del país a ejercer su profesión tuviese grandes problemas. De repente parece ser que la enseñanza universitaria era una mentira, no se consiguió gente competente para los empleos, nuestros padres perdieron el tiempo, ¿no es eso lo que pretenden decirnos? Si me permitiesen que rectificara algo de esa meta tan clara les diría que si quieren adaptar las carreras universitarias a la vida laboral que se dejen de asignaturas de relleno y que apliquen el resto a la vida real y no a meras ilusiones.

Otra cosa que pretenden con Bolonia es que los títulos universitarios se adapten a la vida empresarial. Esto podría tener sentido en ciertas carreras como las ingenierías. Pero ¿Qué sentido podría tener para carreras como filosofía o historia? ¿Qué pretenden hacer con ellas? ¿Hacerlas desaparecer?

Estos son algunos puntos de Bolonia accesibles para todos aquellos que se interesen por el futuro que les espera y el resto son meras opiniones, mis opiniones y por lo tanto, totalmente debatibles.

Para terminar quiero hablaros de mi experiencia como participe en los grupos pilotos, comentaros como funciona Bolonia de forma práctica, una información que no resulta fácil de encontrar.

Para que os hagáis una idea, lo que pretenden con Bolonia en el ámbito académico es reducir las horas de clase. Con esta reducción quieren impartir la teoría mínima, mientras que las practicas y el resto del temario serían los propios estudiantes lo que deberían buscarlo por su cuenta. Según ellos pretenden aumentar la participación del alumno y que no se acostumbre a recibirlo todo hecho. Pero… qué creen que somos, ¿Rapel? ¿Pretenden que adivinemos como hemos de enfrentarnos de forma práctica con un puñado de letras que no nos han explicado qué hacen ahí todas juntas? Yo no me parezco a Rapel, no soy capaz de adivinar el futuro y mucho menos mis prácticas, necesito alguien que en el pasado fue un alumno y sí recibió las clases necesarias para que le dijesen los procedimientos a seguir, aquel al que yo llamaba profesor.

Este procedimiento supone todas las semanas prácticas de todas las asignaturas, exámenes, cuestiones orales, y para terminar un gran trabajo de cada una de las asignaturas (que algunas, por falta de imaginación, te mandan resumir libros y si les preguntas por qué resumirlos se considera un trabajo, te dirán “ la verdad que no se debería considerar trabajo, pero el plan dice que debéis hacerlo y yo tengo estos libros aquí y poco tiempo para leerlos, así que si me los contáis ese tiempo que me ahorro” y me pregunto ¿Qué debería responderle? ¿Debo recordar la posición profesor-alumna o me olvido y le digo algunas cosas claras?... al final sólo puedo callar y obedecer). Todas estas actividades se suceden todas las semanas, de forma constante, sin ningún descanso. Los fines de semana no son para descansar, son para adelantar trabajo, para estudiar exámenes, para quedar con tu grupo de trabajo, pero no para ti, no para mantener viva tu vida social y claro, esto lleva a una consecuencia clara, el agotamiento, llega a mermar la moral, te sientes derrotada, cansada.

Todos estos trabajos se deberán realizar en grupos reducidos, asignados a principio de curso, lo que hace que reduzcas tu tiempo libre a unos mínimos que tocan los números rojos.

Pero lo que más me mosquea de estos grupos es que suelen ponerte con alguien que no tiene ganas de trabajar y te toca hacer a ti su parte en el caso de que no quieras que te pongan mala nota, ya que cuenta un 50% del final. Y ni se te ocurra ir a quejarte de tu compañero, pues te dirán “en la vida laboral te encontrarás este tipo de situaciones muchas veces, tienes que solucionarlo tú” ¿a alguien se le ocurre alguna forma de hacerlo? No vale cargarse a nadie, ni palizas, nada que resulte agresivo.

Desde el principio contamos con un cronograma donde viene expresamente todo lo que debemos hacer cada semana, qué temas debemos dar, qué práctica hay que entregar, las recuperaciones de aquellos días que no vamos a clase porque es festivo, los seminarios,… nos mantienen totalmente controlados y si falla el cronograma… todo se desmorona y hay que volver a recalcular todas las actividades.

Sin embargo, una de las cosas más “bonitas” que trae Bolonia consigo son las clases obligatorias. ¿Sabéis lo que eso puede suponer? Altera totalmente tu ritmo de vida, sólo dispones de dos faltas por asignatura, te pones enferma y ya has perdido todo el esfuerzo y trabajo que has realizado. Y así ¿cómo pretenden que aquellos que necesitan trabajar para pagar sus estudios asistan a clase, se busquen parte del temario, hagan prácticas, trabajos y exámenes? Para mí una de las mayores injusticias… ¿para vosotros?

Por si a alguien le interesa, os dejo un video de debate en el que participan rectores, profesores, y alumnos. http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090305/segundos-especial-plan-bolonia/437470.shtml

3 comentarios:

  1. Lo unico que le he encontrado de bueno a Bolonia es el tema de que el titulo te vale igual aqui que fuera, ya que actualmente hay un monton de problemas si te tienes que cambiar de universidad fuera de tu pais, ya que los planes de estudio de una misma carrera no tienen porque ser iguales de una a otra.
    Por lo demas, el tema de las practicas, asistencias, sistema de creditos y otros aspectas deja MUCHO que desear.
    Ademas el planteamiento de ciertas carreras es de risa, ahora el magisterio pasa a ser 2 grados, infantil y primaria, con sus correspondientes posgrados para ed.fisica e idiomas. Antes hacias 3 años para ser profesor de ingles de primaria, ahora son 4+2. Otras directamente desaparecen.
    Y como al final implanten el sistema prestamo-beca, apaga y vamonos...

    ResponderEliminar
  2. Lo del prestamo beca es suplementario a las becas del MEC, no van a reemplazarlas. Las subvenciones del estado son del estado y no tienen nada que ver ni con las universidades, ni con el EEES ni nada, las becas de cada gobierno regional igual, que vayan a desaparecer son fantasmadas de los antibolonia.
    Lo cierto es que yo si estoy a favor de Bolonia con peros grandes.
    La cosa es que la enseñanza mejora mucho; te obliga a estudiar de verdad y te da una preparación mil veces más consistente que el sistema actual, en el que puedes obtener un titulo sin haber ido un solo día a clase.
    Nos equipararía al resto de grandes potencias, en Francia, Alemania, Japón etc los sistemas son parecidos; un seguimiento cruel y muy dificil desde la primaria hasta el titulo universitario.
    El problema principal que yo le veo es exactamente lo que comentas; antes se hacía de otra forma y funcionabamos bien, no se hasta que punto es interesante matarse ahora a formar profesionales sobreentrenados, en muchos campos es suficiente que aprendan a cumplir su función.
    Como lo de magisterio, tampoco hace falta ser Shakespeare para dar inglés en un colegio público.

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente, Europa no son solo esos países que mencionas, y este presunto plan de igualación estudiantil deja bastante que desear.

    La idea principal que trae Bolonia no es mala, pero como siempre he pensado, su puesta en práctica es de lo más deficiente. Siento que tengas que sufrir en tus propias carnes ser de los primeros en notar sus efectos, pero tu experiencia es muy ilustrativa para los que estamos "fuera".

    ResponderEliminar