lunes, 11 de mayo de 2009

Sobre el hiyab y la falacia de la igualdad

El otro día en clase se abrió un debate interesante a raíz de este vídeo (http://www.youtube.com/watch?v=1OTcXyEhr_o). Empezamos a hablar del hiyab, de las “escuelas laicas” (lo pongo entrecomillado porque dudo bastante de ellas), de los derechos del individuo, de la libertad, de la igualdad. Creo que en este vídeo se muestran muchas cosas interesantes en frases a las que no se les da importancia.

Yo, sin duda, me quedo con la cara de la niña cuando entra a clase y ve que la imagen que le había dado la profesora de que son todos iguales se desvanece. Pañuelos, pañuelos por todos lados. Gorras neoyorquinas, piercings, rastas, gorros y más pañuelos que tapan las cabezas de chicos y chicas. Menos la suya, claro. Me imagino el sentimiento de frustración de la niña, la sensación de que la habían engañado para que claudicase cuando todo el mundo lleva símbolos diferenciadores. Porque claro, llevar un hiyab es algo completamente diferente, detrás de ese pañuelo se esconde una forma de pensar diferente, una ideología.
Ah no, espera. Que eso también se esconde detrás de cabezas rapadas, de camisetas con símbolos de la paz o con eslóganes de “salvemos a las ballenas”, de crestas verdes o pantalones bombers con símbolos anarquistas. Entonces, ¿Por qué el hiyab no? Pues porque es un símbolo que no estamos acostumbrados a ver, y eso nos perturba y, en algunos casos, nos molesta. Creo que la cosa es bastante simple: el hiyab es otro símbolo más, añadido a la sociedad multicultural en la que vivimos, es otra opción de identificación más. A la que, evidentemente, al principio no estábamos acostumbrados, pero la solución no es sesgarlo, sino comprender que está ahí y que no nos puede hacer nada. El hiyab no te va a atacar si lo miras, nadie se va a enfadar si preguntas qué significa; todo lo contrario, si muestras interés por conocer y comprender, comprenderás que solo es eso: otra seña de identificación.

Pero claro, es que no es lo mismo una cresta verde de medio metro que un pañuelo en la cabeza, porque lo segundo es un símbolo religioso -me diréis vosotros- y con la religión si que no transigimos. Porque somos personas muy modernas que creemos en las escuelas laicas y en la libertad de culto, de religión y de pensamiento. Mhhh... escuelas laicas y libertad, ¿eh? ¡Gracias por sacar el tema! Quería hablar sobre eso también.
Me parece genial el intento de las escuelas laicas (y de los gobiernos que las promueven) por evitar diferencias y conflictos entre los alumnos, aludiendo a que todos somos iguales y tal y cual, pero la forma de llevar este pensamiento a cabo la veo bastante errónea. De hecho, es una paradoja cuanto menos. Se pretende mantener la libertad de culto y de religión a través precisamente de la prohibición de mostrarlo. Bien. No lo entiendo. ¿Cómo quieren proteger esos derechos si ni siquiera te dejan llevarlos a cabo? Para empezar, si tú eres taoísta convencido, el hecho de que alguien lleve una cruz, una kipá o un hiyab no te va a hacer cambiar de opinión con respecto a tus firmes convicciones taoístas. Y además, me parece bastante absurdo (o ingenuo) el pensar que eliminar esos signos distintivos elimina también las diferencias que puedan haber entre unos y otros, recordemos que son símbolos detrás de los cuales hay ideas. Por mucho que prohíbas a un cristiano llevar una cruz, éste no dejará de pensar que existe un único y verdadero Dios y que Cristo resucitó al tercer día.
De todas formas, este loable intento por evitar conflictos podemos llevarlo a otra dimensión también. Si se pretende evitar conflictos mediante esta igualación, ¿por qué no prohibir también la entrada a los institutos con piercings, símbolos pacifistas, cabezas rapadas? Total, detrás de ellos también hay una forma de vida y de pensamiento –bueno, a veces, es simplemente que mola mucho llevar rastas o la cabeza rapada, pero de eso hablaremos otro día-. Sin embargo no es así, porque la lucha es contra la religión, no contra una ideología que acepta como válido la locura de que la piel blanca es mejor que la piel negra, y por eso es lícito apalear al diferente. Eso es muchísimo menos peligroso que una niña con hiyab, por supuesto. Dios mío, ¡el llevar hiyab significa que esta chica se va a inmolar de un momento a otro!
En fin, con la igualación –mediante la prohibición de ejercer tu libertad de culto- de todos los niños se pretende evitar el rechazo y la generación de conflictos, pero esto no es demasiado efectivo por lo que acabamos de comentar. Con o sin hiyab, con o sin cruz, con o sin kipá, las diferencias saltan a la vista.

Lo que intento decir con todo esto es que no necesitamos montar el jaleo que han montado los franceses para evitar conflictos en esta nueva sociedad multicultural que tanto nos asusta a todos. Para quien no esté demasiado al tanto, voy a intentar hacer una pequeña dramatización:
- Papi Estado ¡no queremos que se lleven hiyabs en los institutos porque atenta contra la libertad de culto!
- Vale, las prohibiremos.
- ¡Eh, papi Estado! ¿Ellos si pueden llevar cruces? ¡¡Eso atenta contra MI libertad de religión!!
- Pues que NADIE LLEVE MAS SÍMBOLOS RELIGIOSOS, ¡JODER! ¡No se os puede dejar que juguéis solos...!

Para terminar ya, solo plantearos esta pregunta: ¿es realmente esto lo que necesitamos? ¿Qué después de tanto tiempo luchando por esta libertad nos hagan esto en favor de la igualdad? ¿Queremos lograr esta igualdad de la sociedad mediante la difuminación de lo que nos hace diferentes? Este no es el camino, no podemos coartar la libertad personal de mostrar sus sentimientos y pensamientos.
Lo que necesitamos es menos prohibición y más educación para evitar los seguros conflictos que surgen y seguirán surgiendo en esta sociedad, que las generaciones venideras puedan estar realmente integradas mediante el conocimiento de los otros y el respeto hacia los otros. No conseguiremos más integración igualándonos a todos como si fuéramos robots, porque eliminando esas diferencias solo se consigue que, cuando nos topemos con ellas, peguen mas fuerte, entrando en un círculo vicioso de frustración por ambas partes. Parafraseando a alguien: “El respeto no consiste en ocultar las diferencias para parecer iguales. El respeto consiste en saber que somos iguales aunque nos vistamos de forma diferente”.

Y no, no soy religiosa y quien me conozca sabe que no me gustan las religiones en absoluto. Pero intento dejar a un lado mis sentimientos para centrarme en un problema que creo mayor: el hecho de que alguien no pueda expresar su religiosidad como yo puedo expresar mi oposición a ella.

9 comentarios:

  1. Apartando el tema del opio del pueblo. A mí de toda la vida me han dicho tanto en el colegio como en el instituto, que había ciertas formalidades a la hora de vestir, como no llevar gorra en lugares cerrados, no ir con sandalias al colegio y etc.
    Dejar llevar a una niña una prenda que ha signigicado la represión para muchas mujeres tampoco me parece demasiado correcto. De la misma manera que se pueden prejuzgar el rapado del pelo y las crestas de colores.

    ResponderEliminar
  2. Felicidades y enhorabuena por el "atrevimiento" de expresar vuestras opiniones públicamente y aceptar someteros a las críticas, además de a los halagos.
    Por mi parte, solo hacer unas pequeñas reflexiones, pues creo que se te ha quedado un punto de vista, al menos, sin tratar.
    Aún estando de acuerdo con la mayor parte de tu discurso, no podemos obviar que, además de la libertad religiosa, estamos hablando de la Libertad, con mayúsculas, y ésta queda un poco en entredicho cuando a la chica de la que hablas no le dan opciones en su entorno (familiar y social) para decidir ponerse o no el hiyab.
    Una niña de 12 años educada en una estricta fe religiosa (sea la que sea), carece de la capacidad de discernimiento necesario para tomar decisiones, en libertad, sobre que ponerse.
    No olvidemos que, en su sociedad, las mujeres apenas tienen capacidad de decisión sobre si mismas: no deciden con quien salir, con quien casarse, acatan las decisiones y opiniones del padre, marido o hermanos mayores, y cuando se rebelan son marginadas, apaleadas o en el mejor de los casos, ignoradas.
    Nada que ver con la libertad de elección que se nos ha dado en nuestra actual sociedad, o al menos la que te han dado a ti.
    Un miembro de una tribu urbana "elige" ir como su tribu.
    La niña con hiyab no siempre puede hacerlo.
    No obstante, hay que respetar su decisión y, en todo caso, favorecer su educación para que pueda elegir en libertad.
    ... Hala a discutir

    ResponderEliminar
  3. Pedro. Una persona en una "tribu urbana" tiene también encima la presión de su propia tribu para usar los mismos simbolos. Hablando sobre todo de individuos jóvenes-adolescentes, son los que más presión sienten, quieren ser aceptados en la sociedad y caer bien. Por lo que los individuos jóvenes-adolescentes son fácilmente influenciables por su entorno social: familia, grupo de amigos, etc... Muchas veces cogen un camino, que si es muy restrictivo, quizás no tenga marcha atrás.

    ResponderEliminar
  4. mola el punto de vista
    el problema de la cultura política francesa es que es igualadora y pacificadora a la fuerza, lo cual es una contradicción. y esto no es por otra cosa que el hecho de que se sitúa por encima del resto de creencias.
    si perteneces a una, cumple sus normas y respeta a las demás. pero la optica francesa es situarse como jueces y regularlas a todas para que vivan en armonía... el problema es que eso significa que ese juez o regulador está por encima de los demás y ahí hay un problema...
    los gobiernos no pueden conseguir la paz, o solo lo pueden hacer de una forma artificial, la concilia real surge del sentimiento conjunto y personal de toda una comunidad.
    de hecho cuanto más se esfuerzan organismos globalizadores en imponer la paz, la justicia, menos la encontramos.

    ResponderEliminar
  5. En primer lugar, Shirake ole por esa actualización!! de verdad, ha estado bien sacar del aula el debate.
    Personalmente creo que la libertad de culto debería de respetarse, eso si, a todos por igual, lo que no puede ser es que en una clase una niña no pueda llevar libremente su hiyab y que la del pupitre de al lado pueda llevar un crucifijo y, además, tener una asignatura que profundiza en sus creencias mientras que la otra niña no.
    Con relación al video se ven cantidad de símbolos identitarios, puede que los portadores no sepan su significado, pero puede que si.
    Vivimos en una sociedad cada día más multiculural, puede que en parte causada por las diferentes formas de globalización, y el no aceptar aspector de culturas diferentes creo que hace que vayamos por detrás de nuestro tiempo. Cada cultura es diferente, presenta aspectos positivos y negativos. Lo ideal es no cerrarse en los aspectos identitarios de nuestra cultura de origen, sino ser capaces de adquirir aquello que cosideramos positivos de otras culturas. Asi, no seremos el efecto de un lugar, un momento y una cultura que nos ha creado, sino que seremos nosotros mismos los que nos creemos.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, ya veo que ha tenido buena acogida el post xD Intentaré responder a todos lo mejor posible:

    Wack, yo no hablo de las formalidades como no llevar sandalias, hablo de que en una clase de instituto nos encontramos con un auténtico batiburrillo de símbolos detrás de los cuales hay ideologías, mas o menos perversas, y que esos símbolos no están sancionados, porque, como he puesto en el texto, creo que el hiyab es solo un símbolo mas, que nos da mas miedo pero porque no lo conocemos tanto.

    Pedro, gracias, porque estaba deseando que alguien lo dijese xD. Vamos a ver... libertad para ponerse un hiyab o no. Bueno, creo que eso es algo que está aun por pelear, porque una niña tan pequeña igual no sabe si quiere ponérselo de verdad. O igual si. No subestimes la madurez de una niña de 12 años. Y de hecho, como ha dicho Wack, la presión que se ejerce sobre una chica para que se vista de rosa, con pantalones dos tallas menores y con una raya en los ojos que podría estar hecha con un Edding no es menor.

    Víctor, ese problema del que tu hablas es precisamente lo que denuncio. Que intenta ser igualador por fuerza y eso es paradójico cuanto menos. Está claro que el gobierno no puede conseguir la paz, y menos aun haciéndolo por esa igualación forzosa, por eso creo firmemente que la solución es educar. Educar para que el otro no nos parezca un extraño, sino otra forma de ver el mundo. Que en la diferencia está la belleza, leche ^^

    Y Lune... absolutamente de acuerdo xD No tenemos que cerrarnos a otros puntos de vista. Por mucho que nos parezcan horribles, nunca. Porque entonces no solo no estamos en posición de criticarlos (constructivamente) ya que no los conocemos, sino que además estaremos dejando escapar la oportunidad de expandirnos y realizarnos como personas.

    Ale, todos respondidos xD Por cierto, gracias por leer el tochaco de post :) ¡espero que mis compis se animen y suban otro pronto para que el ritmo no decaiga!

    A todo esto politólogas, intuyo otro post polémico en cuanto empecemos el tema 10 xD

    ResponderEliminar
  7. En primer lugar y con más importancia, enhorabuena por el comienzo, un buen tema y con muchos puntos de vista por lo que veo.
    Y aquí va mi opinión modesta y al margen del conocimiento de otras culturas:
    Estoy de acuerdo con la opinión de Walkman y no voy a repetirla (signo de opresión y perseverancia de una ideología machista y tal...) pero pienso por otro lado, en mi ignorancia, que tanto los símbolos como demás parafernalias deberían quedar al margen de si uno cree una cosa, si está condicionado, si está coaccionado, o si le da la gana vestirse de una manera, estamos en una sociedad laica donde la ignorancia y los prejuicios, aunque no lo reconozca mucha gente, están a la orden del día, digo de este modo estando de acuerdo también con Pedro que esa falta de elección por otro lado, tiene que ser entendida por nuestro lado y está, la piedra angular, en la libertad de elección y en la educación para que así sea. Pero esa educación ¿hacia dónde debería ir decantada, hacia nosotros (cuando digo nosotros me refiero a una población general) para aceptar otras culturas o hacia esas niñas o personas oprimidas por la suya para que tengan libertad de opinión y puedan alejarse de aquello “perjudicial” para ell@s? Sólo esa duda. =)

    ResponderEliminar
  8. Alaster, el concepto de "perjudicial" y derivados es lo que pretendo intentar dejar de lado con este artículo también. El hiyab puede ser "perjudicial" para una chica que no haya decidido ponérselo y que la hayan obligado; pero no hay nada de "perjudicial" en que alguien decida ponérselo per se. No es mas que un símbolo, que aquí en Occidente (gracias en parte a los medios de comunicación, tengo que decir) identificamos con la opresión y demás, pero que en realidad no tiene porque simbolizar eso. Sigo pensando, a pesar de que a algunas chicas se las pueda obligar a usarlo, que lo que debemos fomentar es la tolerancia y el respeto con la educación de toda la sociedad (no solo de los niños, nosotros en algunos temas también necesitamos educación) para evitar el rechazo a determinados símbolos.

    ResponderEliminar